En una escuela pasan incidentes,
caídas, chichones, rascones y peleas ¿Cuántas veces se habrá producido un
esguince en una clase de gimnasia? Lo normal en esos casos es trasladar al
menor a un centro de salud y avisar a sus padres. ¿En qué estaban pensando los
responsables de la escuela de la menor de 8 años agredida? ¿Por qué no avisaron?
¿Por qué no la trasladaron a un centro de asistencia primaria de salud?
Hoy no
entraré en el debate de lo que las familias deben o no hacer, pero sí quiero
dejar claro que para mí, la escuela pública es (o mejor dicho) debería ser, ese
lugar en el que tanto los que tienen una buena familia como los que no (porqué
los hay que no y ellos no tienen la culpa), puedan tener igualdad de
oportunidades para desarrollarse en la vida. En las escuelas los profesionales
deben ser capaces de trabajar con esta realidad y de brindar a su alumnado las
herramientas necesarias para crecer como personas. Pero muchos maestros y
maestras creen que ellos no tienen que educar a sus alumnos. Muchas personas
que se llaman a sí mismos profesionales, cuando se encuentran delante de un
caso difícil, no saben actuar. Y es precisamente en esas situaciones, en las
que se demuestra la calidad profesional de los maestros y maestras. Este puede
que sea el caso que nos ocupa. Una serie de profesionales que se han encontrado
de repente con un caso difícil, en el que han cometido una cadena de errores
que les ha llevado a la fatalidad.
Una pelea tiene que ver
con sentimientos, es una forma de expresión primitiva innata del ser
humano. Es simplemente una manera de
comunicarse. Este rasgo lo compartimos con muchas otras especies animales. La ventaja
del ser humano es que somos capaces de comunicar esos sentimientos de otras
formas. En el caso de los niños, su lenguaje todavía es limitado y sus otras
formas de expresión también, porque las están desarrollando. Por este motivo,
entre los niños hay más posibilidad de que un pequeño desacuerdo acabe en una
pelea.
En todos los colegios se
produce alguna pelea y normalmente tanto los propios compañeros como los
profesores y profesoras intervienen para pararla. Después se hace una gestión
del conflicto con diferentes metodologías que pueden variar dependiendo del
centro. Por ejemplo se suelen hacer mediaciones, charlas, debates de clase,
etc. El hecho en sí de que se produzca una pelea no es el problema. Sino la
gestión que se hace. El intento de esconder el suceso, la falta de asistencia
médica, la falta de comunicación con las familias… son indicadores de una mala
gestión intencionada.
Creo que en esta escuela
no se cumple con el personal mínimo que tiene que haber vigilado el patio.
Porqué si solo había una profesora que estaba atendiendo otro incidente. Está claro
que no están cumpliendo el personal mínimo. Nunca en mi vida he visto un patio
escolar vigilado por una única persona. Esta irregularidad, creo que ha sido la
que ha desencadenado el resto de errores y negligencias que se han cometido
después, intentando encubrir este hecho. Por eso no llevaron a la menor al
centro médico y por eso no avisaron a la familia.
¿Qué crees tú?
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